Cada vez más empresas en crecimiento optan por la construcción de bodegas prefabricadas en lugar de las tradicionales construcciones de hormigón. Es importante aclarar que muchos materiales prefabricados tienen hormigón como componente principal, pero su instalación, producción y funcionamiento difiere considerablemente de la construcción convencional. A continuación, mencionaremos por qué muchos prefieren esta opción novedosa e ideal para las pymes.
Velocidad
Muchas empresas tienen una urgente necesidad de contar con una bodega para aumentar su capacidad productiva, desarrollar nuevas actividades, optimizar su almacenaje, aumentar la cantidad de personal, entre otros fines. Con el método convencional basado en hormigón, tendrían que esperar mucho para lograr esas metas. Afortunadamente, las bodegas prefabricadas permiten percibir los beneficios en el almacenamiento industrial de productos de forma rápida.
Todo el proceso tarda aproximadamente entre un mes o dos meses e, incluso, menos, dependiendo de las dimensiones y complejidad del diseño. Este tiempo es mucho menor que el tiempo requerido para diseñar, solicitar permisos y construir bodegas con el método tradicional de concreto. Se obtiene así un notable ahorro de tiempo y podrán disponer del espacio rápidamente para recuperar lo invertido.
Versatilidad, rentabilidad y ahorro
La rentabilidad en la toma de decisiones es indispensable para cualquier empresa. En este sentido, una bodega prefabricada aporta beneficios que son relevantes. No solo es una excelente opción para las pymes por requerir una menor inversión que las construcciones convencionales y brindar un rápido retorno de esta, sino igual para inversores que desean utilizar la construcción para rentarla. Esta opción garantiza el retorno de la inversión y la percepción de ganancias en poco tiempo, aunque conviene equipar muy bien con todo lo necesario para su rápida utilización y obtener más ingresos.
Otra característica notable es la posibilidad de desmontar las naves. Los propietarios podrán usarlas por muchos tiempos en un sitio específico y si desean cambiarse domicilio o ubicar el almacén en otra zona estratégica dentro del mismo terreno, podrán hacerlo sin ningún inconveniente. Incluso, pueden revender todas las piezas en el futuro para actualizar su bodega existente. Esto no es factible con las construcciones convencionales.
A lo anterior se suman los grandes ahorros en la construcción de bodegas prefabricadas. Se requiere menos material, menos manos de obra y poca maquinaria para el montaje de paneles y estructuras. Además, se utilizan paneles con excelente aislamiento acústico y térmico, permitiendo así ahorros energéticos. Cabe agregar que el sistema tiene una larga vida útil y requiere muy poco mantenimiento, lo que supone beneficios económicos a largo plazo.
Otra diferencia relevante tiene que ver con las cimentaciones. En muchos proyectos de construcción convencionales para uso industrial, es necesario realizar movimientos de tierra y aplicar cimentaciones superficiales o profundas. En cambio, la mayoría de construcciones prefabricadas no requieren cimentación y, en caso de requerirse, es poco el trabajo a realizar.
Lo anterior conlleva grandes ahorros de tiempo y dinero y no son necesarias las esperas para contar con los permisos para cimentar, evitando así retrasos. Además, en caso de que sean retiradas en un futuro cercano, el reacondicionamiento será sencillo, rápido y de bajo costo.
Cumplimiento de la calidad y las normativas
Para la construcción de una bodega, es importante atender las normativas vigentes. De esta manera se garantiza la seguridad y calidad del proyecto. Con un diseño prefabricado, es posible observar rápidamente la calidad de los resultados y si estos cumplieron con el marco normativo. Esto les permitirá operar pronto y hacerlo de manera segura. En cambio, para los diseños convencionales de hormigón, tienen que dejar pasar varios meses después de la construcción para corroborar que se atendieron las normativas y el resultado fue de calidad.
Mínimos impactos ambientales
Cuando se piensa en construcciones sostenibles, las bodegas prefabricadas aparecen como una de las primeras opciones, lo que se debe a sus bajos impactos al entorno. Los residuos generados son mucho menores si se comparan con los residuos que dejan las construcciones convencionales de concreto, además, el consumo de recursos igual es mínimo. La sostenibilidad aplica no solo desde su montaje, sino desde su funcionamiento y al finalizar su vida útil, ya que los materiales usados son, en su mayoría, reciclables y brindan excelente aislamiento.
Múltiples opciones
Los materiales prefabricados para naves industriales y almacenes se ofrecen en una gran variedad de materiales, dimensiones, tipos de cubiertas y demás. Esto permite elegir la que más se adecúe a sus necesidades presentes y futuras. Por ejemplo, pueden optar por estructuras de aluminio para mayor ligereza o de acero para una resistencia superior, los tipos de paneles para muros y techos (ya sea de aluminio, concreto, con espumas), entre otros.
Sin interrupciones
Otro beneficio de una bodega desmontable es que no interrumpen el flujo de las actividades. Esto aplica para empresas que quieren remodelar o instalar una nueva bodega en un terreno ya existente y funcional. La instalación de los paneles y estructuras es rápida y causa pocas molestias. De esta manera, no habrá costosos tiempos muertos y todo fluirá con normalidad. Esto es imposible con las bodegas convencionales de hormigón, donde el movimiento de tierras y de maquinaria pesada requieren mucho espacio y alteran las actividades de las empresas, haciendo que estas se muden a otra bodega temporalmente o interrumpan sus actividades.
Si desean construir una bodega prefabricada, acérquense a Meprosa Construcciones. Tenemos mucha experiencia en proyectos industriales y de obra civil y garantizamos entregas en tiempo y forma. Soliciten una cotización o más información al (668) 166 1137 o completen el formulario disponible en nuestro sitio web.
